En muchas ocasiones rechazamos a gente por su aspecto, por su manera de actuar, sea esta positiva o negativa. Este fenómeno se llama proyección psicológica, aunque también podemos conocerlo por la ley del espejo.
La proyección psicológica es un mecanismo de defensa mental mediante el cual una persona atribuye a otros: sentimientos, pensamientos o impulsos propios que niega o le resultan inaceptables para sí misma. Este mecanismo se pone en marcha en situaciones de conflicto emocional o cuando nos sentimos amenazados interna o externamente.
Cuando nuestra mente entiende que existe una amenaza para la propia salud y estabilidad mental ésta realiza un lanzamiento hacia el exterior de todas esas cualidades, atribuyéndoselas a un objeto o sujeto externo a nosotros mismos. De esta manera, nuestra mente logra aparentemente (aunque no en realidad, ya que más bien se trata de un autoengaño) poner estos contenidos amenazantes afuera.
Cuando empecé este proyecto de investigación fotográfica la idea era plasmar aspectos que causasen rechazo en mí de otras personas.
Inconscientemente proyectaba en cada una de las fotografías lo que en mi interior causaba rechazo sin saber que realmente estaba mirando en mi propio espejo. Según avancé en el proyecto llegué a descubrir este fenómeno dándome cuenta que, realmente, atribuía a los demás defectos o comportamientos que no eran de ellos sino míos.
Este proyecto se basa en la parte negativa de estas proyecciones psicológicas, en las que lo que he intentado es plasmar esos aspectos negativos interiores. En un principio, puse nombre a cada una de las fotografías como: odio, envidia, vacío, etc.., pero con la maduración del proyecto me di cuenta de que lo que quería era que las personas reconociesen esos aspectos en ellas mismas, si es que los tienen, y no condicionarles con la titulación de las mismas.
Otro aspecto que he representado gráficamente en este proyecto es situar al observador desde el otro lado del espejo, en una dimensión paralela, aunque realmente el personaje sea una proyección del observador mismo y de esta forma ocupen el mismo espacio temporal.
“Todo lo que te molesta de otros seres es sólo una proyección de lo que no has resuelto de ti mismo” (Buda)